Se terminan las vacaciones, vamos volviendo a nuestras vidas, intentando coger el ritmo que dejamos al irnos, hay que ver el trabajo que cuesta. Ayer bajé a correr un rato, a intentar ganar la lucha que tengo contra esos kilitos de más, que se vienen con nosotros al acabar las vacaciones, es increible, en el centro, había cientos de aparcamientos. Joder (perdón por el taco), si hace una semana bajé a dar un paseo y tomar algo, y me tuve que volver a casa porque no había aparcamiento. Pero bueno, la verdad es que se nota que las aguas vuelven a su cauce, la gente está un poco más calmada, no se respira tanto stress, y el frekuni (como diría el langui) ya se nota por las mañanas al salir de camino al tajo. Las cosas como son, me encanta el verano, pero es increible lo que se agradece el tener que taparte con la sabanilla a media noche, encontrar aparcamiento rápido cuando bajas al centro, que no haya apenas gente en mi urbanización, que haya empezado la liga, y todas esas cosas que también hace maravilloso el otoño, que también es una gran canción de Medina Azahara. En claro de todo esto, podemos sacar que, cualquier época del año es buena si la miras desde el ángulo correcto. Recuerda siempre que el vaso no está ni medio lleno, ni medio vacío, simplemente no hay vaso, así que deja de preocuparte de medio lleno ni leches, carpe diem!!!
Un saludo
Paz y Bien para todos!!!!
Gracias y....Un abrazo
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